Como ya lo saben, tengo una hija de dos años y 4 meses y de un tiempo acá llora por todo, si se calló algo, llora, si la muñeca esta abajo y ella arriba, llora, y lo que más la hace llorar es que yo no este a su lado en todo momento...por ejemplo si quiero ir al baño tengo que hacerlo con ella, si tengo que hacerle su biberón tengo que ir con ella, y si en alguno de los casos no lo hago empieza a llorar como si le estuvieran haciendo algo, no solo como berrinche sino que llora de verdad....la verdad es que no se que hacer muchas veces la llevo conmigo a todos lados pero eso agota y cuando ya mi paciencia se está acabando y no la llevo llora y llora y llora.....
Estuve buscando si esto es normal o si tiene solución y esto fue lo más confortable que encontré...
"Mi hijo no me hace caso. No se deja vestir. No quiere irse a dormir. Se enfurece cuando le impedimos algo. Hace berrinches. Tiene rabietas. No acepta límites, etc... Ya no sabemos qué hacer", dicen algunos padres.
Aunque resulte paradójico, debemos entender la rebeldía, la desobediencia, el negativismo, las rabietas y los berrinches como signos positivos y expresivos de una personalidad en formación. Hemos comentado en otras oportunidades que esta etapa del desarrollo se evidencia alrededor de los 2 años. Si un niño a esta edad no da ninguna señal de oposición, es decir, entrega sus juguetes con demasiada facilidad, no se ofende, no protesta ni se defiende cuando le sacan o le niegan algo, hay razones suficientes para preocupar-se. El niño puede que tenga miedo a exponerse. En el mejor de los casos, necesita mantener en secreto sus verdaderos deseos. En el peor de los casos, ya no sabe lo que desea o ya no desea.
Después de explicar estos aspectos fundamentales para la comprensión del desarrollo de la personalidad en el niño, podemos ocuparnos de las dificultades de los padres durante estas etapas del NO.
El primer paso para abordar el tema de las rabietas
Lo primero es reconocer lo complicado que resulta para los padres y/o educadores vérselas con unos niños que, a pesar de la torpeza, la inmadurez y la impulsividad propias de la edad, intentan comunicar su gusto, sus ganas, sus necesidades, su vitalidad, su ritmo, su desacuerdo, como pueden. No se trata de sofocar la expresividad del niño. Tampoco de dejarlo libre en sus impulsos. Cualquiera de estas dos posiciones puede volverse destructivas y llevar a la enfermedad.
¿Significa esto que hay que dejar actuar al niño según sus antojos?
Por supuesto que no. ¿Es posible respetar su individualidad sin dejar de ejercer la autoridad? Por supuesto que sí. Un niño que se siente respetado, respeta; que se siente engañado, miente. Un niño que se siente escuchado, escucha; sabe que hablar vale la pena. Un niño al que se le dan razones verdaderas y válidas, aprende que nadie, no sólo él, puede hacer todo lo que quiere en cualquier momento.
Una pregunta a modo de ayuda
¿Cómo les gustaría ser tratados a ustedes cuando desean muy intensamente algo de lo cual se tienen que privar? Los niños quieren y necesitan saber porqué no pueden hacer lo que les da la gana. Es necesario razonar con ellos y dejarles muy claro qué es lo que se espera de ellos. Los niños también exigen respuestas sinceras.
Espero que esto los pueda ayudar como a mi....así que mucha pero mucha paciencia, comprensión y explicación a nuestras hijas....
Fuente: guiainfantil.com
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