La obesidad se caracteriza por la acumulación de grasa en el cuerpo. No es igual que el sobrepeso que es un aumento indebido de peso. El pediatra debe examinar a los niños para que te indique si el peso y estatura son normales y están dentro de lo que se considera saludable.
Una alimentación saludable consiste en acostumbrar a toda la familia en comer frutas y verduras, en evitar las gaseosas y comidas altas en calorías. Asegúrate que se cumplan las tres comidas del día: desayuno, almuerzo y cena. La tasa de obesidad infantil está en aumento y los padres deben educar a sus niños en hábitos y conductas de alimentación.
Es importante la actividad física que cada vez es menor por la tecnología a la que tienen acceso nuestros niños. Es una buena idea reducir el tiempo que pasan delante de la televisión y los video juegos, tablet y otros dispositivos electrónicos que los mantiene inactivos y sedentarios. Lo óptimo sería aproximadamente una hora diaria de actividad física.
Fomenta el sueño, los niños deben dormir al menos nueve horas al día. Los que duermen menos son más propensos a tener sobrepeso o a ser obesos. Deben acostumbrarse a tener un horario para ir a la cama y dormir lo suficiente para poder rendir en la escuela. Además, durante el sueño se activa la hormona del crecimiento.
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